ISSN: 2773-7489
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URL: http://nexoscientificos.vidanueva.edu.ec/index.php/ojs/index
Fecha de aceptación: abril 2023
Revista Nexos Científicos
Enero-Junio 2023 pp. 1-10
Volumen 7, Número 1
Fecha de recepción: febrero 2023
7
incluso terroristas. (L. Strickling, n.d.). Al
menos uno de los posibles escenarios es un
ataque trivial, los cuales se mencionan a
continuación:
• Interferencia en la señal de sincronía,
Las 3 señales siempre están presentes
en las subportadoras, por tanto,
emitiendo señales de interferencia en
los 73 subportadoras consigue negar el
servicio con bajos recursos al evitar la
sincronía del UE.
• Transmitir una PSS falsa en las 62
subportadoras, emitiendo las 3
secuencias PSS en todas. Este ataque
no causará una negación de servicio
inmediata pues este paso es utilizado
solamente al acceder a la celda.
• Interferencia en el canal de control de
subida, los ACK enviados a través del
canal de control.
LTE en TCP/IP
Debemos ser escépticos con las
investigaciones, y dudar e investigar cada
uno de los puntos que nuestra experiencia
nos muestra que pueden traer problemas.
En nuestro caso estamos más cercanos a la
problemática del manejo de redes
Existen críticas a la forma de operación y
poca adaptabilidad del protocolo de facto
para internet, el TCP/IP. Las redes basadas
en TCP/IP están fundamentadas en
políticas del mejor esfuerzo, lo que ya de
inicio, no las hizo adecuadas para datos
enviados en forma de streaming como voz
o video (Goldstein Fred & Day John, n.d.)
LTE en Ecuador
El término LTE para referirnos a la
implementación de 4G en nuestro país, que
asumimos será LTE-A pues según la UIT
sólo LTE-A y WiMAX 2 alcanzan a
definirse como 4G(PoderPDA, n.d.),
aunque como se ha reportado, incluso ellos
pueden retractarse, aparentemente gracias a
las presiones de al menos una operadora
norteamericana, tema que merece un
análisis más profundo, pero que no viene al
caso en este artículo.
A nivel Latino América, LTE está aún lejos
de poder decirse una tecnología en
explotación y por supuesto a nivel Ecuador,
esto no podía ser diferente, aunque la
operadora estatal CNT ha reportado planes
de implementación para mediados de este
mismo año (Lafebre Daniela Isabel,
2016). Otros países como México y
Uruguay tienen ya redes LTE funcionando,
aunque con limitada cobertura.
El paso a LTE no es sencillo desde el punto
de vista económico. Se calcula entre USD
30 y 40 millones la inversión por
operadora, y eso sólo del lado del
proveedor. Del lado del cliente, la mayoría
o totalidad de los equipos disponibles no
son LTE. Es decir, el usuario deberá
adquirir nuevos terminales que soporten
LTE, que por ser novedad tecnológica
tendrán un precio inicial alto. El proceso no
durará poco tiempo.
El problema en este caso es complejo pues
no todos los países tienen libres las mismas
bandas de frecuencia y, por ende, las
implementaciones tienden a dispersarse
por el espectro electromagnético y
obviamente a saturarlo. Por eso para LTE
se han realizado múltiples subdivisiones y
más bien se tiende a usar una suerte de
numeración de bandas (RadioElectronics,
n.d.). De todas ellas la más “popular” es la
BC4, también llamada LTE Band 4 ó Class
4 ó LTE AWS, que trabaja en 1700MHz
para upload y 2100 MHz para download y
es la usada en LTE Canadá, en México
(Telcel) y en gran parte de EEUU y
América Latina, dentro de lo que no se
cuenta a Ecuador que se espera use BC10
(similar a BC4, pero de mayor ancho con
60MHz en lugar de 45MHz) junto con
Perú y Uruguay (Lafebre Daniela Isabel,
2016).
En la práctica, a finales de 2012, el
CONATEL adjudicó a CNT espectro para
LTE en la banda de 1700/2100 MHz, y de
la canalización mostrada en la Figura 7